Por tercera vez, UPN no avala un texto contra el franquismo joseba santamaria

El Pleno del Parlamento de Navarra aprobó ayer una moción de Aralar en la que pide al Gobierno foral que revoque el acuerdo de la Diputación franquista de 1974 por el que se nombró hijo adoptivo de Navarra al dictador Francisco Franco. La propuesta tuvo el apoyo de PSN, CDN, IU, EA y PNV, pero no el de los parlamentarios de UPN que se negaron a participar en la votación. Según explicó antes del debate Miguel Sanz, la razón de esta actitud es que "somos absolutamente contrarios a las políticas revisionistas" que conlleven la retirada de los símbolos franquistas, si bien aseguró que si el nombramiento se propusiera hoy él lo rechazaría. "A nosotros no nos van a despistar con iniciativas que creo que no tienen otro afán que el revanchismo y el revisionismo sobre algo que ha existido, nos guste o no", dijo Sanz, y se escudó en que la formación regionalista "vive el presente, quiere mirar al futuro y respeta el pasado". Además, advirtió de que tiene dudas de que pueda cumplirse el acuerdo adoptado ayer por la Cámara foral, ya que, según su argumentación, el acuerdo fue adoptado por el Consejo Foral, "un órgano que ya no existe y que no ha sido sustituido en sus funciones ni por el Gobierno de Navarra ni por el Parlamento de Navarra". Por su parte, Pedro Eza, portavoz de UPN, "rechazó también acuerdos revisionistas "por inútiles y porque pueden ser injustos", aunque reiteró el compromiso de los regionalistas "con la Constitución, porque no tenemos ninguna atadura con el pasado".

En realidad, la moción de Aralar tiene dos partes: en una primera, se pide la revocación del acuerdo de Diputación de 1974 y en un segundo apartado se solicita anular un acuerdo del Consejo Foral Administrativo, adoptado el 3 de junio de 1944, por el que se acuerda crear una Medalla de Oro del Voluntariado Navarro exclusivamente para Franco.

reparación histórica La actitud de UPN fue duramente criticada por el resto de los grupos políticos que acusaron a los regionalistas de incumplir la actual Ley Foral de Símbolos, que en su disposición transitoria obliga a las instituciones a velar por la retirada de los símbolos heredados de la dictadura franquista que aún estén vigentes. El portavoz de Aralar, Patxi Zabaleta, afirmó que la decisión de la Cámara "es un ejercicio de reparación histórica, porque "no es ni ética ni socialmente aceptable que una persona que fue un dictador y ocasionó una serie de consecuencias muy importantes y desagradables sea hijo adoptivo de Navarra". Zabaleta destacó que "la concesión de la medalla fue un intento de apuntalar un régimen que ya hacía aguas por todos los lados" y recordó que Franco recibió a la Diputación sólo tres días antes de decretar el estado de excepción en Guipúzcoa y Vizcaya". Igualmente, afirmó que UPN incumple la Ley de Símbolos y reprochó al Gobierno que "dedique todos sus medios a perseguir a los ayuntamientos navarros que exhiben la ikurriña (ha presentado ya unos 20 pleitos), una bandera que fue símbolo de la lucha antifranquista y por la libertad antes que bandera de la CAV, pero se niegue a cumplir la ley en lo que afecta al dictador Franco".

Por último, Zabaleta recordó que UPN "no ha condenado nunca un solo hecho relacionado con la dictadura franquista" y aseguró que "no son capaces de distanciarse del franquismo porque cuentan en ese espacio con una bolsa de votos y porque aunque no lo quieran reconocer mantienen connivencias con el viejo franquismo, con el tardofranquismo y con el neofranquismo". Cabe recordar que UPN se abstuvo también en la declaración institucional que aprobó el Parlamento de Navarra en reconocimiento a los más de 3.000 navarros y navarras que fueron fusilados, asesinados o resultaron desaparecidos tras el golpe militar de 1936 y en la reciente declaración política de reconocimiento a la 2ª República.

cuadrilla de aduladores El portavoz del PSN, José Luis Izco, dijo que una "cuadrilla de aduladores" decidió nombrar hijo adoptivo de Navarra a Franco, al que tildó de "dictador sanguinario", y apuntó que 30 años después "aún no hemos podido llegar a un compromiso común que permita terminar con todo aquello que ofende a la memoria de los muertos y de los humillados". En parecidos términos, Félix Taberna (IU) afirmó que el posicionamiento del Parlamento de Navarra es "una censura democrática a un régimen dictatorial y golpista" y replicó a Sanz y a UPN que la decisión no es revisionismo, sino cumplimiento de la Ley de Símbolos".

También Juan Cruz Alli (CDN) apoyó la moción por "congruencia" con el ideario democrático de Convergencia, con los principios constitucionales y del régimen foral actuales y con los pronunciamientos de las instituciones navarras. Alli coincidió con Zabaleta en que la decisión coincide con el posicionamiento de la inmensa mayoría de la sociedad navarra "que rechaza sin tapujos un régimen autoritario y negador de las libertades". Desde EA, Helena Santesteban resaltó que la revocación del nombramiento de Franco como hijo adoptivo de Navarra "repara un inmenso error histórico" y recupera para ese título "el honor que la presencia de Franco eliminaba". "La historia, lamentablemente, no puede cambiarse, pero en casos como éste debe quedar clara la censura hacia las personas que hicieron semejante nombramiento", apuntó José Luis Etxegarai (PNV).