Retiran la última estatua de Franco que presidía un lugar público en la Comunidad

El Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona ejecutó la medida a las ocho de la mañana de ayer Voro Contreras, la Pobla de Vallbona

La ultima estatua del general Francisco Franco que permanecía en la Comunidad Valenciana, un busto del dictador situado en una plaza de la Pobla de Vallbona, fue retirada ayer a las 08.00 horas por orden del Ayuntamiento. El consistorio ha aprovechado las obras de remodelación que se están realizando en la plaza, ocultas con una tela negra, para proceder a quitar el monolito, que ha sido ofrecido al Museo del Ejército de Valencia.

Durante la retirada, a la que asistieron como únicos representantes municipales el alcalde socialista Guillermo García Báguena y el portavoz del PSPV Francisco González no se registró ningún incidente de consideración ni se escucharon voces de protesta, ya que ningún vecino acudió al acto. Aun así, a lo largo de la mañana varias personas manifestaron a Levante-EMV su disconformidad con la medida municipal, mientras que el ex alcalde del PP, Vicente Alba, calificó el acto de «poco democrático», pues la decisión no ha sido debatida por el pleno. La retirada del monolito del dictador duró apenas media hora y fue necesaria la utilización de una grúa, por el elevado peso del pedestal.

La plaza se remodelará ahora con una fuente de agua, asientos y la instalación de los primeros contendores subterráneos de residuos sólidos del casco urbano. El primer edil insistió en que se trata de una medida «de completa normalidad en las sociedades actuales, pues la presencia de estos monumentos en las vías públicas suscita siempre polémica e incita al fraccionamiento de los pueblos. El Ayuntamiento no ha hecho más que secundar las sugerencias del Gobierno del Estado de eliminar los símbolos e imágenes existentes del régimen de Franco». El alcalde ya anunció su decisión de retirar el monolito «de forma inmediata» poco después de tomar la vara de mando en diciembre de 2004. Aun así, la retirada no se ha llevado a cabo hasta casi nueve meses después, al parecer por las reticencias de algunos de sus socios de gobierno, entre los que hay ediles de UV y ex miembros del PP . Por su parte, el ex alcalde y portavoz del PP, Vicente Alba, ironizó sobre la «lección de democracia que ha dado el equipo de gobierno, que ha tomado la decisión sin pasar por pleno. No como nosotros que siempre que nos lo propusieron lo debatimos». Efectivamente, el anterior gobierno se negó en repetidas ocasiones a atender las peticiones de la oposición de retirar la simbología franquista aduciendo que era parte de la historia de España, aunque en noviembre pasado, días antes de la moción de censura, Alba anunció que la retirarían en este mandato para reubicarla en el museo etnológico.

Algunos vecinos han lamentado que los populares no se hayan mostrado en contra de la retirada. «El PP tendría que haber protestado. La estatua no molestaba a nadie y estoy segura que la mayoría de los vecinos de la Pobla no les ha gustado que la hayan quitado», asegura una comerciante. Para otros, no es más que otro signo del cambio de los tiempos. «Antes mandaban unos que querían que se quedara, y ahora mandan otros que no la quieren», reflexiona un jubilado frente a la antigua Plaza del Caudillo.

*Fuente : Levante, 13 de septiembre de 2005