En memoria de los soldados republicanos
ENRIC BADIA - Manresa
Los 296 soldados muertos en Manresa durante la Guerra Civil recibieron ayer, 65 años después, las primeras flores de sus familiares y de la ciudad, que ha hecho pública la lista de las personas que yacen en una fosa común del cementerio. Fue un acto simple y emotivo al que asistieron unas 500 personas -la mayoría familiares de las víctimas- y en el que también estuvo presente el presidente del Parlament, Ernest Benach, así como el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, y el de Comercio, Consumo y Turismo, Josep Huguet.
La fosa común del cementerio de Manresa había permanecido ignorada prácticamente hasta el año pasado, cuando el historiador local Joaquim Aloy dio a conocer una lista con los nombres de los fallecidos fruto de un trabajo de recopilación de información. Fueron soldados de Agramunt, Almería, Artés, Castelló, Figueres, Linares, Montagut, Yecla, Lorca, Madrid, León y Villanueva de la Fuente fallecidos en la ciudad en defensa de la República.
Benach expuso "la necesidad del triunfo de la justicia y de la verdad" sobre el silencio impuesto por el franquismo y reivindicó "la paz, los derechos humanos y la libertad" como los principales valores de futuro. "Ya basta de años de olvido", afirmó el presidente del Parlament, que se puso en la piel de quienes ni siquiera han podido recordar a sus difuntos. "No podemos imaginar lo terrible que fue para muchísimas familias republicanas tener que soportar en silencio la pérdida, la prisión o la desaparición de seres queridos, y aún más no poder recordarlos en paz, no saber adónde poder ir a llorar por ellos", añadió. Y recordó las cifras de la barbarie: "Entre 1939 y 1944 murieron ejecutadas en España 200.000 personas y hubo 30.000 desaparecidos".
El consejero Saura recordó "el dolor, el sufrimiento y la entereza de los hombres y las mujeres que perdieron a sus familiares". en la contienda Y renovó el compromiso del Gobierno catalán de sacar adelante "la recuperación de la memoria histórica", hasta el punto de que en el nuevo Estatut se reconozca ese hecho como un derecho civil de cualquier ciudadano de Cataluña.
Antes, el historiador Joaquim Aloy se había dirigido a los políticos presentes en el acto para recordarles que la recuperación de la memoria histórica "es una tarea urgente, urgentísima, porque el tiempo va en contra" y pidió que se "destinen todos los recursos necesarios" para hacerlo posible.Jordi Valls, alcalde de Manresa,también intervino en el homenaje a los soldados republicanos y tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento para los familiares de los fallecidos durante el conflicto bélico. Valls se sumó a la idea expresada poco antes por el consejero Joan Saura y les recordó a los familiares que "la memoria es la materia más importante que tiene la civilización". El alcalde habló tras la emotiva intervención de Palmira Cos, hija de uno de los soldados fallecidos, Ramon Cos Pineda.
Su padre falleció cuando ella tenía siete años y se lo explicó su misma madre al regreso a Montagut de un viaje a Manresa con la intención de poder sacar a su marido del hospital y retornarlo a casa. El esfuerzo llegó demasiado tarde, cuando Ramon Cos ya había fallecido y había sido enterrado. Su esposa nunca supo exactamente dónde y su hija tampoco lo había desubierto hasta ahora, a pesar de haber vivido 50 años en la capital del Bages, donde siguió residiendo después de casada.
Ayer, Palmira Cos recordaba el desgarro que produjo la guerra en su familia. "Nosotros no tuvimos padres. Éramos distintos y además nos hacían sentir como tales. Sólo sabíamos que había fallecido en Manresa", añadió. "Durante más de 65 años nunca supe dónde podía dejarle unas flores". Desde ayer, además, se le recuerda.
*Fuente: El País, 4 de abril de 2005
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