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La cara más cruel e ignorada del franquismo

Benjamín Prado arremete en su novela contra el tráfico de niños del régimen

Matías Néspolo, Barcelona

Juan Urbano, profesor que prepara una conferencia sobre Carmen Laforet, recibe el ejemplar de una novela olvidada. La autora, Dolores Serma, formó parte de la casa de Auxilio Social, pero en la obra denuncia sin cortapisas el tráfico y secuestro de niños durante la represión franquista.

Así comienza Mala gente que camina (Alfaguara), la última novela Benjamín Prado. Al igual que su narrador, Prado llegó al tema del robo de niños por casualidad, al toparse con un documental televisivo. A partir de ahí, comenzó una ardua investigación de cuatro años recogiendo testimonios y documentación sobre lo que sucedía en la cárcel de las Ventas y en la Prisión de las Madres Lactantes.

Su novela desvela una herida de la represalia franquista, escamoteada por el pacto de silencio de la Transición. "No se puede acometer la historia de un país con una suma de olvidos o medias verdades", se queja Prado.

La "mala gente" del verso de Machado que da título a la novela no es otra que la Falange. "Estoy harto de la figura del buen falangista", arremete Prado citando la triste "dialéctica de los puños y las pistolas" de Primo de Rivera, y recordando las proezas de su gente: atentados, linchamientos y violaciones.

"Eran verdaderos terroristas", asegura. "Si hablamos de la Falange como un grupo político, debemos hacer lo mismo con ETA", dice Prado. Su narrador, Juan Urbano, se va cargando de ira contra el revisionismo histórico, a medida que avanza su investigación.

Algo similar le sucedió a Prado cuando se documentaba sobre Vallejo Nájera o Mercedes Sanz Bachiller, la fundadora del Auxilio Social. "La locura eugenésica de Nájera pasó al BOE de la mano de Franco", recuerda citando las dos leyes que dictó el caudillo contra la patria potestad de los hijos de los represaliados.

"La España de los 40 fue el laboratorio de las canalladas del siglo XX", denuncia. Y el rigor de su novela lo prueba.

*Fuente : ADN, 15 de mayo de 2006

http://www.diarioadn.com/cultura/detail.php?id=5680