Un velo de silencio
Las asociaciones de recuperación de la memoria histórica saludan el homenaje de la Generalitat aunque llegue "tarde"
ELIANNE ROS
Texto: "Hoy se ha hecho realidad un sueño". Así expresó Neus Català, superviviente del campo nazi de Ravensbruck, el sentimiento de los representantes de las 18 asociaciones de combatientes por las libertades que se dieron cita ayer en el Palau de la Generalitat para conocer el proyecto del Govern de realizar un memorial en homenaje a los represaliados por el franquismo.
Català, que ha dedicado 35 de sus 89 años a recuperar la memoria de los deportados en campos de concentración nazis, exhibe una vitalidad inaudita. Cada año visita aquel lugar, donde los niños del pueblo vecino apedreaban y escupían a los presos y del que salió milagrosamente viva. Ahora ve restituido "el honor" de las casi mil mujeres españolas que cayeron en las garras del régimen de Hitler y de las que nunca más se supo.
El memorial que impulsa el conseller de Relacions Institucionals, Joan Saura, empezará a funcionar el próximo año con el objetivo de "difundir la memoria histórica" y promover los valores democráticos.
Base de datos y ruta
Se trata de reunir toda la documentación y los testimonios posibles para crear una base de datos abierta a la consulta de los ciudadanos, además de iniciativas como una ruta de los lugares más emblemáticos de la represión franquista, fosas comunes, campos de concentración, obras realizadas por presos republicanos y una exposición sobre la lucha antifranquista.
"Han tardado demasiado", fue el principal reproche que hicieron los afectados, como Llibert Villar, hijo de un deportado republicano, o Martí Bielsa, de la Asociación de Antiguos Guerrilleros. Bielsa fue de los primeros en luchar en Francia contra la ocupación alemana después de haber pasado la guerra civil en el frente republicano. "No éramos víctimas, éramos resistentes. Dentro de las prisiones la lucha contra el franquismo era diaria", reivindica.
Saura admitió que se ha "tardado demasiado" en rendir homenaje a estos luchadores, por lo que hay necesidad de "recuperar el tiempo perdido" con acciones como la anulación de las sentencias que impulsa el Gobierno español. En esta línea, anunció que la Generalitat ha solicitado al Ejecutivo central que deje de cobrar el IRPF en las indemnizaciones a los presos del franquismo.
Exceso de prudencia
Pero para algunos de los represaliados, el memorial es sólo un primer paso para ir arrancando el velo de silencio. Lluís Biosca, vicepresidente de la Asociación Catalana de Expresos Políticos, sólo tenía 17 años cuando, en 1975, fue encarcelado en la Modelo. Biosca, que tenía edad para serle aplicada la ley antiterrorista, pero no para votar en las primeras elecciones democráticas, denuncia una "excesiva prudencia" y la "falta de compromiso" de los políticos para revolver el pasado.
"Aún hay criminalización" de los que lucharon contra el franquismo, opina. Sólo así se explica que los 2.000 fusilados en el Camp de la Bota no tengan aún un homenaje o que un representante de la división azul desfilara el Día de la Hispanidad. "Esto hubiera sido impensable en Europa" , concluye.
*Fuente : El Periódico, Barceclona. 7 de Noviembre de 2004
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