SCILINGO, AL BANQUILLO

MONTSERRAT Comas
Magistrada y vocal del CGPJ

El pasado viernes se inició en la Audiencia Nacional el juicio contra el exmilitar Adolfo Scilingo, acusado por los presuntos delitos de genocidio, terrorismo y torturas, cometidas durante la dictadura Argentina. Se le acusa de participar de forma directa con un centro secreto de la Armada desde donde se practicaba la detención y torturas de los opositores al régimen y en el que desaparecieron más de 4.500 personas, muchas de ellas lanzadas vivas al mar desde los llamados "vuelos de la muerte".

Es la primera vez que en España se celebra un juicio por hechos cometidos fuera de nuestro país y por un ciudadano extranjero. La importancia de este juicio tiene una dimensión histórica indudable. Es el explícito reconocimiento y aplicación del principio de jurisdicción universal: los estados están obligados a perseguir los delitos contra la humanidad, en cualquier lugar y en cualquier momento, precisamente porque, además de afectar de una forma directa a las víctimas, afectan también a la sensibilidad humana de cualquier ciudadano en cualquier rincón del mundo. Los dictadores, los tiranos y los torturadores, no pueden alegar razones de cargo ni de fronteras territoriales para evitar ser perseguidos y juzgados internacionalmente.

Muchas de las víctimas podrán ver cumplidos sus anhelos de justicia, que inicialmente se truncaron al cerrarse todas las puertas en su país. El mero hecho de que Scilingo pueda ser juzgado es de por sí un triunfo del derecho internacional en materia de violación de los derechos humanos.