Más estatuas fuera
La decisión adoptada por el Ministerio de Fomento de retirar la estatua del dictador Franco en Madrid me parece tan acertada como corta, ya que esta actuación se debería de aplicar sobre otros muchos símbolos del régimen anticonstitucional distribuidos por toda la geografía nacional, lo que numerosos ayuntamientos españoles no proceden a hacerlo de manera tan ejemplar como la que ha llevado a cabo el Gobierno socialista.
El discurso planteado desde diversos sectores de opinión sobre lo que a su juicio es un atropello por remover el pasado no viene sino a demostrar el más absoluto empeño por continuar tapando uno de los episodios más siniestros de nuestra historia. Estoy completamente convencido de que el gobierno de Zapatero no ha decidido la retirada de esa estatua con intención de remover el pasado, sino para dejar claro a aquellos a los que aún les quede algún resquicio de duda la diferencia de lo que significa democracia ante lo que representa represión, encarcelamientos, fusilamientos, destierro y un sinfín de abusos cometidos hacia los derechos más elementales del ser humano.
El Gobierno socialista ha actuado de la manera más rigurosa y coherente con lo que pregona. Lo mismo que en el modelo constitucional y democrático actual no caben los que vulneran la convivencia pacífica de todos los españoles, tampoco es lícito seguir dando espacio a símbolos que representan a la más terrible y abominable etapa histórica que nos precede, como fue la franquista. Tan sólo basta con ponernos en el lugar de hijos, hermanos, sobrinos y nietos que no tienen por qué pasar por delante de la estatua de uno de los personajes más detestables que ha dado la historia de España. Eso sin detenernos en aquellos padres y madres que se hayan tenido que ir de este mundo aguantando encima de todo ver delante de sus ojos al que ordenó matar a sus hijos. Por desgracia no pudieron contar con un Gobierno como el de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha demostrado un acto de sensatez y madurez democrática aún extensible a otros muchos emblemas por retirar. ANÍBAL DOMÍNGUEZ (ALMONTE)
*Fuente : Diario de Sevilla, 16 de abril de 2005
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