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La Memoria Histórica

CARLOS Elordi

No sólo por nuestros pagos hay peleas por culpa de la memoria histórica. Es más, en otros países no se andan con tantos remilgos como tantas a veces ocurre en el nuestro al hablar del pasado. En todo caso, es de subrayar la virulencia con que ha reaccionado la mayor parte de la prensa británica, incluida la de derechas y hasta algunos diarios amarillos, frente a la infausta decisión del príncipe Enrique de disfrazarse de nazi. Pero lo más significativo --porque en la dimensión humana, personal, del asunto se encuentra la explicación de tanta sensibilidad-- está en algunas opiniones que se han publicado al respecto. Y si llamativa, aunque comedida en los términos, ha sido la protesta del líder del partido conservador, Michael Howard, de origen judío y con varios miembros de su familia asesinados en los campos concentración de Hitler, esclarecedor ha sido el testimonio de un antiguo artillero de la Armada de Su Majestad que, junto con el de otros veteranos, ha publicado THE INDEPENDENT: "No sé que le ha ocurrido a ese chico --ha escrito Harry Marrington, de 80 años--. A los 20 años ya debería haber aprendido lo que hay que saber sobre esas cosas. Nosotros a los 17 y 18 ya estábamos combatiendo, ya éramos hombres. E hicimos una guerra para impedir ese tipo de cosas. ... Mi cuñado estuvo en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Y como todos los que estuvieron allí, no volvió a hablar de ello. ... No se trata de pedir excusas, se trata de entender. Al príncipe Enrique le deberían llevar a Alemania y enseñarle los campos y las fotos de las terribles cosas que ocurrieron en ellos. ... No soy de capaz de imaginar lo que han sentido las personas que perdieron a sus familiares en el Holocausto. Debe de ser inaceptable".

LE NOUVEL OBSERVATEUR ha dedicado su portada y muchas páginas de su último número justamente a Auschwitz, de cuya liberación están a punto de cumplirse seis décadas. El artículo de Aharon Appelfeld confirma que en lo que a los judíos respecta la memoria del pasado seguirá estando viva. "Entramos en una nueva era de nuestra relación con el Holocausto. A medida que los supervivientes van muriendo, la dimensión individual e íntima del recuerdo está pasando a manos de quienes eran niños cuando empezó la guerra", dice el que, según el semanario francés, es el mayor escritor israelí de la actualidad.

Y por si hiciera falta algo más para demostrar que esos asuntos también escuecen en el país vecino, el líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen ha abierto la caja de los truenos al declarar que la ocupación alemana de Francia "no fue particularmente inhumana". Así ha respondido, entre otros, LE MONDE: "Las afirmaciones de Le Pen no han de ser tomadas a la ligera. El peligro de que se deforme la historia de la década de 1930 y de 1940 no debe ser minimizado. La banalización de los crímenes contra la humanidad, las manipulaciones de historiadores o de seudohistoriadores, más interesados en la ideología que en ser precisos, amenazan con oscurecer no sólo el conocimiento de esa época, sino también las lecciones que aquellos hechos constituyen para el presente. ... El ministro de Justicia ha hecho bien abriendo inmediatamente una investigación judicial sobre las afirmaciones de Le Pen, en función de la ley que prohíbe negar los crímenes contra la humanidad".

*Fuente : El Periódico. 15 de Enero de 2005